1929: Leyes Nuevas Expanden las Oportunidades de Migración

La familia Negron disfruta juntos de la cena de Navidad.

Imagen de la Sociedad Histórica de Pensilvania.

La era de la inmigración masiva a los Estados Unidos terminó después de la Primera Guerra Mundial cuando se aprobó la Ley Nacional de Orígenes de 1924. Esta legislación establecía una cuota anual de inmigrantes que permitían la entrada en el país, una cifra que se decidía en función de la nacionalidad: a cada país se le asignaba una cuota anual basada en el número de personas de esa nación que ya vivían en el Estados Unidos. En 1924, la cuota anual para los inmigrantes de todos los países se fijó en 165.000; en 1929, esa cuota se redujo a 150.000. Además, más tarde ese mismo año, el gobierno de Estados Unidos centró su atención hacia la repatriación mexicana, estableciendo un programa con el objetivo de obligar a los inmigrantes mexicanos a regresar a su país de origen. Este objetivo se logró a través de redadas de inmigración y amenazas de sanciones para aquellos que viven en los Estados Unidos que no pudieron probar la ciudadanía legal.

Aunque la situación era sombría para otras nacionalidades, los puertorriqueños se beneficiaron de la nueva legislación. Había pasado una década desde la Ley Jones de 1917, que extendió la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños, lo que resultó en un gran número de isleños que emigraron al continente para buscar mejores oportunidades económicas. En la década de 1920, las empresas manufactureras con sede en Estados Unidos, con una pérdida de mano de obra barata gracias a las restricciones de inmigración, comenzaron a reclutar puertorriqueños para llenar sus puestos vacíos.

Los efectos de la Primera Guerra Mundial, la Ley Jones y la Ley de Inmigración de 1924 sobre la población puertorriqueña son cuantificables. En 1910, sólo había unos 2.000 puertorriqueños viviendo en el continente, con la mayoría de ese número asentándose en la ciudad de Nueva York. En 1920, después de la aprobación de la Ley Jones, más de 11.000 isleños se habían establecido en el continente. Este número sólo continuó creciendo después de la aprobación de la Ley de Inmigración de 1924: en 1930, más de 50.000 puertorriqueños vivían en el continente U.S.

Escrito por McKenna Britton, un historiador público que vive y aprende en Filadelfia.

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Arte: Conexiones de comentarios de la comunidad: Lucecita

Leity Rogriguez Largo Respuesta: "Es un mensaje para nosotros los inmigrantes... Es muy poderoso porque siempre llevamos nuestra historia con nosotros aquí, cuando estamos en los Estados Unidos. Y, pase lo que pase, si vas a otro país, esa historia te sigue."

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