1898: Los Estados Unidos Invade a Puerto Rico

San Juan de Puerto Rico, from the sea wall

Imaged de la Sociedad Histórica de Pensilvania

La invasión de Puerto Rico por parte de los Estados Unidos ocurrió como consecuencia directa de la guerra hispanoamericana de 1898. La guerra entre los dos países se desató en abril de 1898 y pronto los Americanos se trazaron como objetivo apoderarse de las colonias españolas en el Atlántico, esto es, Puerto Rico y Cuba, así como las Filipinas y Guam en el Pacífico. El 12 de mayo los barcos de guerra estadounidenses bombardearon la ciudad de San Juan. Cuando las tropas invadieron y subyugaron las ciudades del interior del territorio se firmó el Tratado de París de 1898 y la bandera americana fue izada en la isla.

El colonialismo le dió forma a la migración puertorriqueña hacia los Estados Unidos antes y después de la invasión. Incluso bajo el dominio de España, los lazos económicos emergentes entre Puerto Rico y los Estados Unidos atrajeron a los comerciantes al litoral del este y a los centros americanos de producción de tabaco. Los barcos trajeron azúcar y melaza al puerto de Filadelfia y los comerciantes se establecieron y crearon redes sociales. Puerto Rico estuvo bajo el dominio español por más de 400 años. Los años entre la invasión y el estatus adquirido de Puerto Rico como un territorio americano fueron complejos. Muchos puertorriqueños sentían hostilidad hacia la invasión. Mientras que los americanos se veían en un papel de libertadores, el público (ilustrado, por ejemplo, por el Movimiento Juvenil Puertorriqueño) veía estas acciones como la disolución del Parlamento autónomo y el cambio de la moneda del peso al dólar como parte de un esfuerzo para destruir la cultura, las tradiciones, las costumbres y el idioma nacional puertorriqueño.

Desde el punto de vista de los americanos, las cosas iban muy bien. En un reporte escrito a John Rutter Brook, el gobernador militar en Puerto Rico en 1898, se indicaba: “Toda la isla recibe con entusiasmo las reformas [sic] económicas ordenadas por usted, y espera otras que pudieran completar el trabajo de transformación que tan felizmente ha empezado”. Henry K. Carroll, el Comisionado Especial para los Estados Unidos en Puerto Rico, declaró en un reporte escrito en 1899: “Los nativos de todas las clases en la isla han dado la bienvenida al Ejército Americano, a la ocupación americana y a los métodos americanos, y han aceptado sin dudar las barras y las estrellas”. De hecho, aunque la mayoría de los 900,000 habitantes de la isla vieron con buenos ojos el fin del dominio español, se encontraban divididos en cuanto a abrir los brazos a los americanos. Para muchos, la sed de una independencia verdadera era palpable. Otros pensaban que la asociación con los Estados Unidos incrementaría el comercio y la prosperidad. Conforme se desarrollaron las nuevas circunstancias políticas, el dominio económico americano fundamentalmente cambió la manera de vivir. Hubo una restructuración de la tenencia de la tierra, distribución del ingreso y la migración interna. Los propietarios extranjeros de los activos productivos tenían el poder de cambiar la estructura económica de la isla, en detrimento de muchos de sus habitantes.

En 1901 los Estados Unidos implementaron la Ley Foraker, la cual incluía provisiones para la creación de un gobierno civil en Puerto Rico. Para muchos esto se vió como un intento de reemplazar el amor por Puerto Rico por la lealtad a los Estados Unidos. Siguió habiendo una relación tensa entre Puerto Rico y el territorio continental, y esto continúa hoy en día.

Escrito por Randi Kamine, quien obtuvo su m.A. en Historia en la Universidad de Temple y es voluntaria en la Sociedad Histórica de Pensilvania y el Museo del Puerto Marítimo de la Independencia, donde trabaja en los archivos de la institución.

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