Dos niños sonrientes se senten en el piso de una casa con cartel de Sale Imagen de Taller Puertorriqueño

Desde la década de los 1940, muchos puertorriqueños han enfrentado el repudio debido a su color oscuro de piel, idioma, estatus educativo bajo y falta de habilidades profesionales. En el 2000, el ingreso medio de la familia puertorriqueña era de $18,008, en comparación con los $23,431 de todos los latinos, $36,915 de los blancos y $21,423 de los negros. Solo el 57.1% de los puertorriqueños de 16 años en adelante estaban en la fuerza laboral, en comparación con el 66.1% de los latinos como grupo, 66.6% de los blancos y 62.6% de los negros. La tasa de pobreza de los puertorriqueños era de 40.6%, en comparación con 31.9% de los negros, 28.1% de todos los latinos y 10.7% de los blancos.

Una de las principales consecuencias de las disparidades educativas en los Estados Unidos es que los puertorriqueños ocupan puestos de trabajo con salarios más bajos y experimentan tasas más altas de desempleo y pobreza que otros subgrupos latinos. En el 2000, los puertorriqueños sin diploma de escuela superior estaban en el orden de 37% y solo 12.5% tenía grados universitarios.

Los migrantes puertorriqueños forman lazos de acuerdo a origen común, clase, ideología política y intereses compartidos a través de docenas de grupos que le sirven a la población en crecimiento. Debido al desempleo crónico y a los problemas socioeconómicos que van desde dependencia de beneficios gubernamentales pasando por deserción escolar hasta drogadicción, los puertorriqueños frecuentemente son segregados a los barrios y guetos. En el 2000, el Norte de Filadelfia era 56.83% hispano en comparación al resto de la ciudad en 8.5%. Un poco más de 70% de los residentes del vecindario estaban por debajo del nivel de pobreza en el 2000, en comparación con la tasa municipal de 41.95%.

Escrito por Flor Jazmin Gutierrez. Gutierrez, hasta hace poco el Gerente de Membresía y Tienda de Regalos de Taller Puertorriqueño, ha trabajado con una variedad de organizaciones culturales latinas, incluyendo Cascarones Por La Vida y el Smithsonian Latino Center, en desarrollo e investigación.

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